Gracias a sistemas de respaldo y una respuesta impecable de técnicos y empresas como Stackscale, la infraestructura digital siguió operando sin interrupciones durante el corte eléctrico en España y Portugal.
El pasado 28 de abril, una avería eléctrica a gran escala dejó sin suministro a diversas zonas de España y Portugal. Fue un momento de incertidumbre para muchos ciudadanos, pero también una gran prueba para la infraestructura digital que permite que todo —desde una transferencia bancaria hasta un mensaje de WhatsApp— funcione cada segundo del día. Y la buena noticia es que pasó la prueba con nota.
Mientras los hogares, negocios y servicios públicos lidiaban con los efectos del apagón, los centros de datos, que albergan millones de servidores donde se procesan y almacenan los datos de nuestras aplicaciones, páginas web y servicios digitales, siguieron funcionando sin interrupciones. ¿Cómo lo consiguieron?
Tecnología que no se ve, pero nunca se apaga
La clave está en cómo están diseñados estos centros. Cuando se produce un corte de luz, no todo se apaga de golpe: entran en acción los sistemas de respaldo energético, como los UPS (sistemas de alimentación ininterrumpida), que mantienen la energía durante los primeros minutos, mientras se activan los grupos electrógenos (grandes motores diésel que generan electricidad para toda la instalación).
Empresas como Stackscale (grupo aire), proveedor europeo de infraestructura cloud con centros de datos en España y otros países, están preparadas para estas situaciones con generadores capaces de mantener el servicio durante más de 24 horas seguidas a plena carga, y con posibilidad de repostaje de combustible sin apagar el sistema (lo que se conoce como “repostaje en caliente”).
“Los clientes no notaron nada porque todo funcionó según lo previsto”, explica David Carrero, cofundador de Stackscale. “Invertimos constantemente en infraestructura redundante, monitorización y procedimientos de emergencia para garantizar que, pase lo que pase, nuestros servicios siguen activos”.
El factor humano: técnicos que no fallan
Tan importante como la tecnología fue el papel de los equipos humanos que operan estas infraestructuras. Ingenieros, técnicos y operadores estuvieron trabajando en tiempo real y de forma coordinada desde el primer segundo del apagón. Su labor fue fundamental para asegurar que todo funcionara sin fallos, supervisando el estado de los generadores, la red, los servidores y las conexiones de datos.
Durante horas, los centros de datos siguieron siendo el corazón del mundo digital, haciendo que servicios como la nube, las páginas web, los emails y las plataformas de streaming funcionaran con normalidad, sin que el usuario final tuviera que preocuparse por lo que estaba ocurriendo tras bastidores.
¿Por qué es tan importante que esto funcione?
Vivimos en un mundo donde todo depende de la conectividad digital. Desde una reserva de hotel hasta una operación quirúrgica, muchas acciones cotidianas ya no pueden permitirse fallos. Por eso, garantizar la resiliencia de los sistemas digitales se ha convertido en una prioridad estratégica para empresas, gobiernos y ciudadanos.
El corte de luz del 28 de abril demostró que las infraestructuras críticas están preparadas, y que cuando las cosas se hacen bien, ni siquiera un apagón masivo puede frenar el funcionamiento de Internet, las plataformas digitales o los sistemas empresariales.
“Este evento es una muestra clara de por qué es tan importante contar con una nube europea segura y fiable”, añade Carrero. “No se trata solo de velocidad o almacenamiento, sino de confianza, continuidad y soberanía tecnológica”.
En resumen: aunque muchos usuarios no lo supieron en el momento, el ecosistema tecnológico europeo superó con éxito una prueba real de resistencia. Gracias a la combinación de tecnología avanzada y profesionales altamente preparados, el mundo digital siguió funcionando como si nada. Una demostración de que los centros de datos no solo almacenan información: son los guardianes silenciosos del día a día digital.
Fuente: Noticias Cloud y Redes Sociales