Atlas, el nuevo navegador con ChatGPT integrado: así quiere convertir la web en un asistente que trabaja a tu lado

OpenAI ha lanzado ChatGPT Atlas, un navegador para macOS que lleva a ChatGPT a la ventana donde los usuarios ya están trabajando. La promesa es sencilla de explicar y ambiciosa en sus implicaciones: en lugar de ir y venir entre pestañas y copiar y pegar textos, el asistente aparece dentro del navegador, entiende lo que hay en pantalla (si el usuario se lo permite) y puede ayudar con resúmenes, comparativas, listas, recordatorios e incluso realizar tareas por nosotros con un modo agente supervisado.

Atlas llega desde hoy para usuarios Free, Plus, Pro y Go en macOS; además, hay beta para Business y la posibilidad de activarlo en Enterprise y Edu si el administrador del plan lo permite. OpenAI asegura que habrá versión para Windows, iOS y Android más adelante. La instalación es la de cualquier navegador moderno: se descarga, se inicia sesión con ChatGPT y se importan favoritos, contraseñas e historial desde el navegador que se venía usando.


¿Qué aporta Atlas a un usuario no técnico?

La mayoría de personas ya usa el navegador para todo: estudiar, comprar, trabajar, planificar viajes, buscar empleo. Atlas intenta que esas tareas sean menos manuales. En lugar de ir a ChatGPT, copiar un párrafo y pedir un resumen, el usuario puede preguntar directamente en la barra principal del navegador (“Preguntar a ChatGPT o escribir una URL”), y el asistente responde en contexto.

Algunos ejemplos cotidianos:

  • Estudiar mejor: un estudiante puede tener su apuntes en pantalla y pedir a ChatGPT que elabore preguntas de práctica sobre ese contenido, o que lo explique “como si fuera para principiantes”.
  • Preparar entrevistas o buscar trabajo: el usuario puede pedir un resumen de las ofertas vistas la semana pasada y una lista de tendencias del sector, sin reconstruir la búsqueda desde cero.
  • Planificar una cena o un viaje: es posible pedir recetas, comparar productos de varias tiendas, y —con el modo agente activado— delegar tareas como rellenar un carrito o completar reservas bajo supervisión del usuario.

Atlas quiere ser ese “copiloto” que aporta contexto y reduce pasos sueltos mientras se navega. Para un perfil generalista, eso significa menos fricción entre leer, decidir y pasar a la acción.


Memoria opcional: útil si se controla bien

Uno de los rasgos diferenciales es la memoria del navegador. Si el usuario la activa, ChatGPT puede recordar detalles clave de páginas visitadas para ofrecer respuestas más útiles y sugerencias con sentido. Por ejemplo, crear una lista de tareas a partir de la actividad reciente, o retomar una investigación de regalos en base a los productos que ya se vieron.

La memoria es opcional y privada para la cuenta de cada persona. Desde Ajustes se puede ver ese historial de memorias, archivarlas cuando dejen de ser relevantes o borrarlas por completo junto con el historial. Además, el navegador introduce un interruptor en la barra de direcciones (visibilidad “Permitida/No permitida”) para decidir, página a página, si ChatGPT puede ver el contenido. Si la visibilidad está en “No permitida”, el asistente no accede a esa información y no se generan memorias. Para momentos especialmente sensibles, existe el modo incógnito, donde los chats, la navegación y la actividad de cuenta no se guardan ni se asocian.


Datos y entrenamiento: por defecto, no se usan para entrenar

OpenAI especifica que, por defecto, el contenido que se navega en Atlas no se utiliza para entrenar modelos. La persona puede optar por incluir la navegación en el entrenamiento desde los controles de datos; y, aun así, las páginas que hayan excluido a los rastreadores de entrenamiento (por ejemplo, a través de reglas para bots) no se utilizarán. Si el usuario ya tenía activado el entrenamiento de chats en su cuenta, ese ajuste también aplicará a los chats dentro de Atlas, incluidas las páginas adjuntadas desde la barra lateral y las memorias del navegador que informen esas conversaciones.

Para familias, los controles parentales ya configurados en ChatGPT se heredan en Atlas. Además, hay medidas adicionales: la posibilidad de desactivar la memoria del navegador y el modo agente para cuentas de menores.


Modo agente: la IA que ejecuta pasos por ti, con freno de mano

Atlas incluye un modo agente en vista previa para usuarios Plus, Pro y Business. El objetivo es que ChatGPT no solo responda, sino que actúe: abrir pestañas, hacer clic, rellenar formularios y completar trámites sencillos. Cuando la persona plantea una petición, el navegador pide permiso para empezar a moverse: abrir y cerrar pestañas, navegar por un sitio, seguir enlaces, etc. También se puede activar con el botón dedicado del modo agente.

OpenAI pone límites de seguridad claros: el agente no puede ejecutar código en el navegador, ni descargar archivos, ni instalar extensiones, ni acceder a otras apps del ordenador o al sistema de archivos. En sitios sensibles —por ejemplo, bancos— el agente pausa y exige que el usuario siga en pantalla lo que hace antes de continuar. Existe además la posibilidad de usar el agente desconectado, para limitar su acceso a datos personales y reducir el riesgo de acciones no deseadas.

Conviene recordar que los agentes pueden ser engañados por instrucciones ocultas en una página (los llamados prompt injections). Por eso, más allá de las salvaguardas técnicas, se recomienda supervisar siempre que el agente actúe y evitar que tenga acceso a cuentas o datos especialmente sensibles si no es imprescindible.


Incógnito, visibilidad por sitio y otras decisiones que dan tranquilidad

Para un usuario generalista, estos tres hábitos marcan la diferencia:

  1. Encender la memoria solo cuando tiene sentido: es útil en proyectos largos o en compras que se revisan varias veces. Si no hace falta, mejor mantenerla apagada.
  2. Usar el interruptor de visibilidad en páginas sensibles: si se pone en “No permitida”, ChatGPT no ve el contenido y no se guarda nada de esa pestaña.
  3. Probar el modo agente en tareas simples antes de delegarle algo delicado: una lista de la compra es un buen ejemplo; una operación con datos bancarios, no tanto.

El propio diseño de Atlas sugiere esa prudencia: hay botones y avisos para confirmar acciones y recordatorios visuales de si el asistente tiene o no visibilidad sobre la página.


Disponibilidad y cómo empezar

  • macOS: disponible para Free, Plus, Pro y Go. Beta para Business y opción para Enterprise y Edu si el administrador lo habilita.
  • Windows, iOS, Android: confirmados, con lanzamiento posterior.
  • Primeros pasos: descargar Atlas, iniciar sesión con la cuenta de ChatGPT e importar marcadores, contraseñas e historial desde el navegador habitual.
  • Ajustes clave: revisar Memoria de navegador, Controles de datos (entrenamiento opt-in), visibilidad por sitio en la barra de direcciones y, si procede, probar el modo agente con una tarea diaria y de bajo riesgo.

Qué cambia en el día a día de una persona normal

La novedad no está en que la IA responda preguntas —eso ya ocurría—, sino en que convive con el contenido que estamos usando en ese momento y reduce pasos: un artículo largo puede convertirse en un resumen, una comparativa de productos puede volverse una lista clara de pros y contras, un proceso repetitivo (rellenar datos, seguir enlaces) puede automatizarse dentro de límites.

Al mismo tiempo, el usuario gana herramientas de control fáciles de entender: incógnito cuando haga falta, visibilidad por sitio para proteger páginas delicadas, memoria opcional para encontrar valor cuando de verdad aporta y entrenamiento opt-in si se desea contribuir. El futuro que Atlas sugiere es el de un navegador que deja de ser solo un “vehículo” y pasa a ser un asistente de ventanilla, capaz de entender lo que vemos y ayudarnos a terminar lo que empezamos.


Consejos rápidos para usuarios

  • Mantén el modo agente “a raya”: empieza delegando cosas sencillas y vigílalo siempre.
  • Decide qué puede ver ChatGPT: el interruptor por sitio es tu mejor aliado para páginas privadas.
  • Aprovecha la memoria en proyectos largos: estudiar, preparar entrevistas, comparar productos.
  • Usa incógnito sin miedo: es la forma más directa de separar sesiones y evitar guardados.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Cómo protege mi privacidad ChatGPT Atlas mientras navego?
Atlas incluye memoria de navegador opcional, visibilidad por sitio (permitir/no permitir que la IA vea la página actual) y modo incógnito, donde chats, navegación y actividad no se guardan ni se vinculan. Por defecto, el contenido que navegas no se usa para entrenar modelos; solo si optas por ello en los controles de datos.

¿Qué puede hacer exactamente el modo agente y qué límites tiene?
El agente puede abrir pestañas, hacer clic y completar pasos con tu permiso. No puede ejecutar código, descargar archivos, instalar extensiones, acceder a otras apps del equipo ni al sistema de archivos. En sitios sensibles, pausa para que supervises, y puedes usarlo desconectado para limitar riesgos.

¿Puedo importar mis marcadores, contraseñas e historial desde mi navegador actual?
Sí. Al abrir Atlas por primera vez, el asistente guía para importar marcadores, contraseñas e historial del navegador que estabas usando, de modo que no pierdes tu organización ni tus accesos.

¿En qué dispositivos está disponible y cuándo llegarán los que faltan?
Atlas está disponible ya en macOS para usuarios Free, Plus, Pro y Go, con beta en Business y opción en Enterprise y Edu si el administrador lo activa. Las versiones para Windows, iOS y Android están en camino y se lanzarán más adelante.


En resumen: ChatGPT Atlas trae a la mesa una forma más directa de trabajar con la web: consulta y acción en el mismo sitio, con memoria opcional para recuperar contexto cuando conviene, modo agente para delegar pasos sencillos y controles de privacidad explícitos. Para un usuario general, no hace falta ser técnico: basta con decidir qué puede ver la IA, cuándo puede actuar y cómo quieres que recuerde tu actividad. El resto, según promete Atlas, es navegar con menos fricción y llegar antes al resultado.

Scroll al inicio