España está consolidando su apuesta por la revolucionaria metodología Building Information Modeling (BIM) a través de una serie de iniciativas que están transformando el sector de la construcción. La implementación de BIM no solo busca mejorar la eficiencia y la calidad de los proyectos, sino también servir de palanca para la digitalización del sector. En este contexto, el Plan BIM, impulsado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de esta estrategia.
El Plan BIM es una iniciativa de la Comisión Interministerial BIM (CIBIM), desarrollada junto a un comité de expertos, y ha comenzado a funcionar esta primavera. Sus objetivos son claros: mejorar la eficiencia del gasto público y potenciar la transformación digital del sector de la construcción. Este programa no solo está batiendo récords de licitaciones públicas, sino que también está garantizando un aumento en la eficiencia, eficacia, calidad, prevención de errores y ahorro de costes en los proyectos de construcción.
Según el Observatorio de Licitaciones BIM de la asociación BuildingSMART Spain, entre 2018 y junio de 2024 se han publicado más de 2.800 licitaciones con BIM, con una inversión acumulada de 9.820 millones de euros. De estas licitaciones, el sector estatal lidera con un 40% del total, destacándose como el principal motor de esta tecnología innovadora en el ámbito público.
El primer semestre de 2024 ha visto una inversión de 1.438 millones de euros en un total de 222 licitaciones BIM que han sido adjudicadas a 96 entidades. Estos datos no solo reflejan la consolidación de BIM en el sector público, sino que también subrayan la importancia de una formación adecuada en esta metodología. Para este fin, la Comisión Interministerial BIM ha convocado subvenciones en régimen de concurrencia competitiva para la formación en BIM aplicada a la contratación pública, dirigidas a Colegios Profesionales y sus Consejos Generales.
De cara al futuro, el Plan BIM se ha propuesto consolidar la implantación de esta metodología en la contratación pública hasta el año 2030. Desde el pasado 1 de abril, ciertos contratos públicos relacionados con la construcción deben incorporar requisitos de información BIM en sus procesos de licitación, especialmente aquellos con un valor estimado igual o superior a 5.538 millones de euros.
Con iniciativas así, España no solo está marcando un antes y un después en el sector de la construcción, sino que también está sirviendo de ejemplo a otros países de la Unión Europea. El futuro de la construcción en España parece tener una base sólida y digitalizada, gracias a la firme apuesta por BIM.