Brave alcanza 101 millones de usuarios mensuales y se mide con los gigantes: así queda el mapa de los navegadores en 2025

Brave ha superado oficialmente los 101 millones de usuarios activos mensuales (MAU) a 30 de septiembre, con 42 millones de usuarios activos diarios (DAU) y una relación DAU/MAU del 0,42, un nivel de uso recurrente poco habitual en productos que compiten con navegadores preinstalados. El hito llega acompañado de la consolidación de Brave Search, su motor con índice propio, que ya sirve 1.600 millones de búsquedas al mes —en torno a 20.000 millones al año— y que incorpora respuestas generadas con IA y un nuevo chat nativo (Ask Brave) dentro de la experiencia de búsqueda.

Más allá de la cifra, el anuncio abre una pregunta inevitable: ¿dónde se sitúa Brave en un mercado dominado por Chrome y, en menor medida, Safari? La respuesta exige mirar el reparto de cuota de mercado y el tipo de propuesta que cada actor coloca sobre la mesa.

Un mercado todavía muy concentrado (y en movimiento)

Según los datos de StatCounter para septiembre de 2025, el navegador de Google mantiene un dominio abrumador con un 71,77 % de cuota mundial; Safari se coloca en 13,90 %, Edge en 4,67 %, Firefox en 2,17 %, Samsung Internet en 1,86 % y Opera en 1,74 %. Brave no aparece de forma separada en ese desglose global —se integra en la categoría “Otros”—, pero la referencia sirve para dimensionar el reto: el mercado sigue muy concentrado en Chrome y, por arrastre del iPhone, en Safari.

La foto, sin embargo, se mueve. En el entorno de los navegadores de escritorio, varios análisis recientes recogen el retroceso de Edge en los últimos meses; entre mayo y septiembre su cuota habría caído de 13,64 % a 10,37 % en desktop, según un resumen de TechRadar apoyado en series de StatCounter. A la vez, Chrome habría alcanzado máximos históricos (en torno al 72 % global), una subida atribuida al descenso de Safari en determinadas regiones.

En ese contexto, la barrera de los 100 millones de MAU sitúa a Brave en un club pequeño de navegadores con masa crítica medible en decenas de millones de usuarios. No compite por cuota bruta con Chrome —cuyos usuarios se estiman en miles de millones—, pero sí crece a doble dígito en una coyuntura donde el panel de elección en iOS (por la DMA europea) ha demostrado que, cuando la elección existe, parte de los usuarios cambia: Brave afirma que las instalaciones diarias en iOS dentro de la UE subieron un 50 % tras la introducción del panel en iOS 17.4.

Privacidad por diseño y ecosistema integrado

La tesis de Brave no ha cambiado desde su lanzamiento: el usuario solo puede ser tan privado como lo sean las herramientas que utiliza. De ahí que el navegador se haya convertido en una especie de “super-app” de privacidad. Brave Shields, activado por defecto, bloquea publicidad y rastreadores, cookies de terceros, técnicas de huella digital (fingerprinting) y otros mecanismos de seguimiento, sin extensiones. A nivel de arquitectura, el navegador reduce llamadas a servidores, particiona el almacenamiento, habilita Global Privacy Control (GPC) y previene el bounce tracking, entre otras medidas.

El enfoque se completa con servicios integrados:

  • Brave Search no perfila a sus usuarios.
  • Brave Leo, el asistente de IA dentro del navegador, no requiere cuenta, no guarda los chats en servidores y no los usa para entrenar modelos.
  • Brave VPN permite ocultar IP y ubicación también fuera del navegador.
  • Brave Wallet añade funciones multicadena y soporte para transacciones “shielded” en Zcash, sin depender de extensiones de terceros.

La apuesta es doble: reducir superficie de ataque (menos extensiones instaladas) y aumentar controles que el usuario pueda entender y gobernar.

Búsqueda con índice propio… y con IA dentro

Brave Search presume de ser uno de los tres motores con índice independiente en el mundo occidental y el único fuera del paraguas de Big Tech. Esa independencia alimenta dos líneas de producto:

  • “AI Answers” (respuestas con IA al comienzo de la página).
  • Ask Brave, un chat que permite repreguntar sin cambiar de aplicación.

La empresa asegura que más de 15 millones de respuestas con IA se sirven cada día y que aprox. un 8 % de las consultas diarias proviene de otros navegadores distintos a Brave, con Chrome a la cabeza. Es decir, el buscador empieza a capturar demanda por calidad/privacidad aun cuando el usuario no navega con Brave.

IA en el navegador: contexto y control

Brave Leo busca diferenciarse en tres frentes: el contexto (entiende lo que sucede en pestañas, PDFs, imágenes o vídeos, y accede a información en tiempo real), la libertad de modelo (se puede elegir entre Claude, DeepSeek, Llama, Qwen, o conectar un modelo propio local/remoto) y el control (no se necesita cuenta y la conversación queda en el dispositivo). El siguiente paso ya está en el radar: una experiencia agéntica donde Leo pueda realizar acciones (mensajes, reservas, pagos) dentro de un perfil de navegador aislado, con permisos explícitos del usuario y sin acceso al resto de pestañas.

Y el negocio, ¿de qué vive?

El crecimiento en usuarios convive con una maduración del modelo de ingresos:

  • Brave Ads. Un programa publicitario opt-in (el usuario decide si quiere ver anuncios) con formatos nativos en el navegador o en la página de resultados, pensado para llegar a audiencias que bloquean publicidad intrusiva y para ofrecer seguridad de marca. Grandes anunciantes —de retail a automoción— han probado el sistema.
  • Brave Search API. El índice independiente se ofrece como API para aplicaciones de búsqueda y IA (agentes, chatbots, asistentes de código, RAG). Incluye un plan gratuito hasta 2.000 consultas/mes y tarifas transparentes desde 5 $ CPM. La empresa afirma que su API ya actúa como fuente de datos en tiempo real para algunos de los modelos de IA más utilizados.
  • Brave Premium. Versiones mejoradas de productos gratuitos: Leo Premium (más modelos y límites), Brave Talk Premium (moderación avanzada, grabaciones) y Brave Search Premium (sin anuncios). El Brave VPN ya roza los 100.000 suscriptores, con hasta 10 dispositivos por cuenta.
  • Web3 integrado. Brave Wallet (cartera multired sin extensiones) y Brave Rewards (publicidad con reparto de ingresos a través de BAT) siguen presentes; el token BAT está prácticamente en circulación total y la base de creadores registrados del ecosistema continúa creciendo.

Comparativa obligada: Brave frente a Chrome, Safari, Edge y Firefox

Chrome sigue siendo el árbitro del mercado por volumen: 7 de cada 10 usuarios navegan con él. A esta escala, el navegador de Google marca la referencia de compatibilidad y rendimiento para desarrolladores; su mejora continua en seguridad (aislamiento de procesos, sandboxing, bloqueos de descargas peligrosas, Safe Browsing mejorado) y el empuje de IA generativa en productos como Gemini refuerzan su posición. Pero el dominio también trae el coste reputacional de la recolección de datos, precisamente el terreno donde Brave busca diferenciarse.

Safari debe su peso a la base instalada del iPhone y el iPad, y a una cadena integrada de rendimiento/eficiencia energética particularmente afinada en Apple Silicon. Aun así, el navegador de Apple ha cedido algunas décimas en los últimos meses, según StatCounter.

Edge es el caso de estudio de cómo la promoción agresiva puede volverse en contra: a pesar de un buen desempeño técnico y de integrar Copilot como experiencia de IA, su uso en escritorio cayó de forma acusada entre mayo y septiembre. Para muchos usuarios, las intervenciones intrusivas y los obstáculos para cambiar de navegador por defecto han erosionado la percepción del producto.

Firefox, por su parte, conserva una comunidad fiel y publica en abierto sus MAU de escritorio; su cuota global ronda el 2 % en el agregado de plataformas, pero el proyecto de Mozilla sigue siendo un referente de apertura y protección de la web abierta, con iniciativas pioneras en aislamiento del rastreo y DNS sobre HTTPS.

En ese tablero, Brave juega otra liga: no aspira a ser el más masivo, sino el que menos fricción impone para navegar privado y el que integra búsqueda, IA y utilidades sin cuentas ni extensiones. Su DAU/MAU de 0,42 habla de retención; su crecimiento neto —en torno a 2,5 millones de altas al mes en los dos últimos años—, de tracción sostenida; y el despliegue de IA usable sin perfiles apunta a la oportunidad de sumar usuarios que rechazan publicar su vida digital como peaje de funcionalidades avanzadas.

¿Qué puede cambiar a partir de ahora?

Tres vectores marcan el corto plazo:

  1. Paneles de elección. La experiencia en la UE (iOS 17.4, DMA) ha demostrado que cuando elegir es fácil, una parte relevante del público prueba alternativas. Si otros ecosistemas replican el modelo, los “pequeños” pueden crecer más deprisa.
  2. IA útil y explicable. La combinación de respuestas en búsqueda, chat contextual y agentes que actúan con permisos explícitos puede redefinir la lealtad al navegador. Quien lo haga sin sacrificar privacidad tendrá ventaja.
  3. Publicidad sin rastreo, pero eficaz. La gran incógnita es si los formatos y métricas de Brave Ads, y la segmentación sin identificadores, serán suficientes para sostener el ROI de las marcas conforme aumente el inventario. Si el modelo funciona, Brave habrá demostrado que privacidad y monetización no son términos incompatibles.

Por ahora, las cifras dicen que la “alternativa” ya no es testimonial: 101 millones de personas usan Brave cada mes; 42 millones lo abren a diario; y su buscador responde con IA a decenas de millones de preguntas cada día. En un mercado gobernado por inercias, ese es un dato que mueve la aguja.


Preguntas frecuentes

¿Cuál es la cuota de mercado de los navegadores en 2025 y dónde encaja Brave?
En septiembre de 2025, Chrome registró 71,77 % de cuota mundial, Safari 13,90 %, Edge 4,67 %, Firefox 2,17 %, Samsung Internet 1,86 % y Opera 1,74 % (StatCounter). Brave no aparece como línea propia en el agregado, pero declara 101 millones de MAU y 42 millones de DAU, con una estrategia centrada en privacidad por defecto.

¿Qué ofrece Brave frente a Chrome o Safari en materia de privacidad?
Brave trae Shields por defecto (bloqueo de anuncios/rastreadores, cookies de terceros, anti-huella), GPC activado, particionado de almacenamiento y prevención de bounce tracking. Brave Search no perfila usuarios y Brave Leo no requiere cuenta ni usa chats para entrenamiento.

¿Qué significa que Brave Search tenga índice propio?
Que no depende de otro buscador para resultados. Esto facilita respuestas con IA y chat integrados, y permite ofrecer una API con datos en tiempo real para aplicaciones de IA (agentes, RAG) sin arrastrar sesgos de terceros.

¿Edge y Firefox están perdiendo fuelle?
La serie reciente en desktop apunta a un descenso de Edge en los últimos meses, mientras Firefox se mantiene en cuotas modestas pero con foco en privacidad y código abierto. Los cambios de uso pueden variar por región y dispositivo, pero el liderazgo de Chrome sigue ampliándose.

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