En Estados Unidos, una corte ha decidido que Twitter debe entregar los registros de WikiLeaks y también de algunos de sus seguidores ya que los considera necesarios y relevantes para llevar a cabo una investigación criminal por la publicación y divulgación de documentos confidenciales.

Concretamente se ha exigido a Twitter entregar los registros del fundador de WikiLeaks, Julian Asange y Bradley Manning, el analista de inteligencia del ejército de Estados Unidos y en este momento también sospechoso de haber filtrado los documentos del Pentágono publicados por WikiLeaks en 2010.
Pero la persecución no acaba aquí, también se ha exigido a Twitter que entregue todos los datos de las cuentas de: Jacob Appelbaum, Rop Gonggrijp y Birgitta Jonsdottin, además de la cuenta de un ex voluntario de WikiLeaks y de un miembro del parlamento de Islandia.
La citación daba como plazo a Twitter 3 días para entregar los datos exigidos y ordenaba que los usuarios no fueran, bajo ningún concepto, informados de la investigación.
Mark Stephens, abogado de Julian Asange, a través de un comunicado ha dicho que considera esta actuación como un hostigamiento por parte de Estados Unidos y su Gobierno.
Por otro lado, WikiLeaks asegura que varias de las personas citadas por el Departamento de Justicia para investigar sus cuentas en Twitter nunca han trabajado con ellos. WikiLeaks informa y asegura que se trata ciudadanos que libre y voluntariamente apoyan su causa.
WikiLeaks ya ha puesto en conocimiento de sus abogados estadounidenses los hechos con el fin de apelar la citación.