Cualquier producto o servicio creado por Google se pone de inmediato en el punto de mira de la comunidad internauta, y en el caso de su recién nacida red social, Google +, la atención ha sido enorme desde el primer momento. Después del fallido intento de Google Wave y de otros que han ido diluyéndose lentamente, como Google Buzz, parece que la compañía por fin ha sabido captar las necesidades del mercado. Google + aúna la sencillez de Twitter con la versatilidad de Facebook. Muchos usuarios de esta otra red social, de hecho, cansados de la publicidad y de las confusas configuraciones de privacidad que posee, han decidido mudarse a aquélla.
Sin embargo, con el paso de los días una característica de Google + ha comenzado a inquietar, y molestar, a muchos usuarios. La intención de la empresa es conseguir que su red social esté libre de spam y del acoso publicitario; por ello, ha decidido que sólo permitirá perfiles particulares. El inconveniente está en que ha comenzado a realizar una criba de usuarios que podemos considerar indiscriminada, borrando sin previo aviso todos aquellos que parezcan pertenecer a entidades o empresas y no a personas físicas. Muchos han visto cómo sus perfiles eran suprimidos por tener el nombre de su blog, o simplemente por utilizar un seudónimo y no un nombre real.
Esta situación ha generado la decepción de un gran número de usuarios, que ya se han decidido a abandonar la red. En otros casos han surgido movimientos de protesta a lo largo y ancho de internet, con recogidas de firmas que esperan hacer llegar a Google para conseguir que modifique sus estrictas condiciones. La lucha contra el spam es, sin duda, algo muy necesario y de agradecer, pero la línea que separa la publicidad de una empresa de la de un blog personal no es tan fina como parece, y debe ser delimitada mucho mejor. Veremos si Google decide rectificar o suavizar su política, y el impacto que finalmente tendrá en la recepción de su propuesta para el mundo de las redes sociales.