Hace ya un tiempo que a Microsoft las cosas no le salen del todo bien. A los competidores que se suman cada día en los diferentes mercados en los que la compañía tiene presencia, hay que agregar el fracaso que viene teniendo cada vez que intenta ganar terreno con un nuevo dispositivo móvil.
La novedad es que, tras 48 días de haber sido lanzado, Microsoft decidió retirar del mercado su smartphone Kin debido a las pocas ventas que ha tenido en Estados Unidos.
Este no es el primer fracaso de Microsoft en el campo de los dispositivos móviles. Primero fue el turno del tablet denominado Courier, que ni siquiera llegó a comercializarse. Luego le tocó a Slate. Poco después de su anunció, HP decidió no continuar con el proyecto.
Con relación a Kin, muchos son los que opinan que Microsoft no realizó una campaña publicitaria adecuada. Si a eso se le suma el elevado coste del dispositivo, da como resultado un fracaso en cuanto a sus ventas.
¿Y ahora qué? Microsoft intentará revertir esta tendencia con el smartphone Windows Phone 7, tal vez su última apuesta para intentar competir cara a cara con el cada vez más exitoso iPhone de Apple.
Puede que el mercado de dispositivos móviles no sea el adecuado para Microsoft. Lo que sucede es que, hoy en día, las empresas buscan sí o sí estar presentes en todos los frentes que aparecen.
Por ahora, Microsoft debe conformarse con el éxito que está teniendo el sistema operativo Windows 7.