Se espera que la beta de Windows 8 aparezca, abierta ya a usuarios domésticos y no sólo a desarrolladores, en febrero del 2012. Cada vez vamos conociendo más detalles nuevos de la próxima versión del sistema operativo más utilizado de planeta… algunos de los cuales ya han creado controversia.
Ya hemos visto parte de su interfaz, se nos ha explicado cómo funcionarán los programas integrados y la importancia que se le dará al manejo de información en la nube (siguiendo la estela de la última versión de Mac OS). Ahora, se nos ha desvelado otro dato que parece más orientado a favorecer a Microsoft que al usuario: a través de Windows 8, será posible eliminar remotamente cualquier aplicación que esté en nuestro ordenador.
Esto tiene aspectos bastante negativos que saltan enseguida a la vista. Por un lado, supone que si tenemos un programa instalado procedente de la Windows Store y es eliminado de la misma, Microsoft podrÃa decidir borrarlo también de los ordenadores en los que esté instalado. Por otra parte, la compañÃa aduce a motivos legales y de seguridad para justificar estos procedimientos: el software que sea declarado malicioso o que no cuente con licencia oficial también puede ser retirado de este modo.
Las voces crÃticas no han tardado en elevarse. Se trata, a todas luces, de una intromisión en la privacidad del usuario. Nuevamente el debate se mueve entre lo legal y lo ético. ¿Hasta qué punto puede una compañÃa decidir de esta manera sobre el contenido de sus usuarios? ¿Supone la aceptación de los términos y condiciones del servicio una patente de corso para controlar hasta el más nimio detalle?
No es algo nuevo, desde luego; se trata de una práctica ya empleada en el pasado por otras grandes empresas como Google o Amazon, y que también fueron muy criticadas en su dÃa. ¿Qué opinas de esto? ¿Crees que con esta clase de procedimientos Microsoft aumenta el desencanto de muchos usuarios hacia su sistema operativo, o piensas que es algo justificado?