La feria IFA 2011, que se celebra en Alemania en estos días, está sirviendo como escaparate para las nuevas propuestas que nos esperan en la recta final del año. Una de las compañías cuyas novedades se esperan con más expectación es, sin duda, Samsung. El gigante coreano, que en las últimas semanas mantiene un tira y afloja con Apple por el diseño de sus Galaxy Tab, no parece acusar síntomas de cansancio debido a la tensa situación. Antes bien, sigue sorprendiendo con nuevos dispositivos con los que espera seguir comiendo terreno en el mercado a la empresa de (ahora) Tim Cook.
Una de las novedades que mejor acogida ha tenido durante la feria ha sido el modelo de móvil llamado Samsung Galaxy Note. En realidad, llamarle “móvil” puede ser arriesgado. Su propio nombre («Note») nos da la principal pista de su condición: se trata de un híbrido entre teléfono y Tablet.
Si nuestros smartphones son, cada vez más, ordenadores en miniatura, la apuesta de Samsung Galaxy Note pretende llevar esta concepción a un nuevo nivel. Lo que más llama la atención, sin duda alguna, es su pantalla: 5,3 pulgadas, lo que la hace superior a la mayoría de los móviles que tenemos actualmente en el mercado (incluso el Xperia Play, creado específicamente para juegos, se queda a la zaga). La tecnología Super AMOLED y una resolución de 1280×800 píxeles completan las especificaciones técnicas de la pantalla.
Samsung Galaxy Note traerá incorporado, como no podía ser de otro modo, Android 2.3. Su procesador será un doble núcleo a 1,4 GHz, y su RAM de 1 GB. Una curiosa novedad (o quizás deberíamos decir “redescubrimiento”) es la del stylus: podemos utilizar el dispositivo no sólo pulsando con los dedos, sino, si lo deseamos, mediante un lápiz mejorado llamado S-Pen, que permitirá una sensibilidad mucho mayor de lo acostumbrado.
El precio aún no está definido, aunque se especula que supere los 500 euros. ¿Será esto una traba para la recepción final del producto?
