Un sistema desarrollado en Italia puede reconocer personas con 95% de precisión usando solo ondas Wi-Fi. Pero su potencial para la vigilancia masiva plantea serias preocupaciones
La Universidad La Sapienza de Roma acaba de abrir una caja de Pandora tecnológica. Su nuevo sistema WhoFi puede identificar a cualquier persona con una precisión del 95.5% usando únicamente las ondas Wi-Fi que ya existen en prácticamente todos los espacios modernos. No necesita cámaras, no requiere que lleves dispositivos encima, y funciona completamente en secreto.
Los investigadores lo presentan como una revolución para la conveniencia y la privacidad. Pero un análisis más profundo revela un panorama mucho más complejo y potencialmente perturbador.
Cómo Funciona: La Huella Digital Invisible
WhoFi aprovecha el hecho de que cada cuerpo humano interactúa de manera única con las ondas electromagnéticas. Cuando una señal Wi-Fi se propaga a través de un entorno, su forma de onda se ve alterada por la presencia y las características físicas de los objetos y las personas en su trayectoria.
La tecnología analiza algo llamado Channel State Information (CSI), que captura cómo las señales Wi-Fi se deforman al pasar por diferentes materiales y estructuras. A diferencia de los sistemas ópticos que perciben solo la superficie exterior de una persona, las señales Wi-Fi interactúan con estructuras internas, como huesos, órganos y composición corporal.
El sistema utiliza inteligencia artificial avanzada, específicamente arquitecturas Transformer (la misma tecnología detrás de ChatGPT), para aprender y reconocer estos patrones únicos. En las pruebas con 14 sujetos, el modelo basado en Transformer logró una precisión del 95.5% para la métrica Rank-1 y un puntaje mAP del 88.4%.
Las Promesas: Un Mundo Sin Cámaras
Los desarrolladores pintan un futuro seductor:
Hogares inteligentes que te reconocen al instante, ajustando automáticamente temperatura, música e iluminación según tus preferencias personales.
Seguridad discreta en aeropuertos y espacios públicos, donde las autoridades pueden identificar personas de interés sin sistemas de reconocimiento facial visibles.
Comercio personalizado donde las tiendas ofrecen experiencias customizadas sin la invasividad de las cámaras de reconocimiento facial.
Monitoreo médico continuo y no intrusivo en hospitales y residencias de ancianos.
Los investigadores enfatizan que, a diferencia de las cámaras, WhoFi «no graba imágenes» y por tanto preserva la privacidad visual. Suena perfecto. Demasiado perfecto.
La Realidad: Los Peligros Ocultos
1. Vigilancia Invisible y Omnipresente
El mayor riesgo de WhoFi no es lo que hace, sino lo que no puedes ver que está haciendo. A diferencia de las cámaras de seguridad, que son visibles y pueden evitarse, esta tecnología es completamente invisible.
Imagina un mundo donde cada router Wi-Fi público se convierte en un punto de vigilancia. Centros comerciales, aeropuertos, cafeterías, bibliotecas, universidades: todos podrían rastrearte sin que tengas la menor idea de que está ocurriendo.
No hay luces rojas parpadeando, no hay lentes apuntándote, no hay carteles que digan «área bajo vigilancia». Solo ondas invisibles que crean un perfil biométrico tuyo mientras simplemente existes en el espacio.
2. El Mito de la «Privacidad Preservada»
Los desarrolladores insisten en que WhoFi es «respetuoso con la privacidad» porque no captura imágenes. Esta afirmación es técnicamente correcta pero fundamentalmente engañosa.
Datos biométricos permanentes: Tu firma Wi-Fi, basada en tu estructura ósea y composición corporal, es tan inmutable como tus huellas dactilares. Una vez que un sistema te ha «aprendido», te puede reconocer para siempre.
Tracking cross-platform: Diferentes organizaciones podrían compartir bases de datos de firmas Wi-Fi, creando un sistema de seguimiento que trasciende ubicaciones y contextos. Tu firma capturada en un centro comercial podría usarse para identificarte en una protesta política.
Inferencias sensibles: Aunque el sistema no «vea» tu apariencia, puede inferir información médica sensible. Cambios en tu firma Wi-Fi podrían revelar embarazos, pérdida de peso, enfermedades degenerativas o incluso el uso de dispositivos médicos implantados.
3. Escalabilidad Masiva
El estudio actual utilizó equipos especializados, pero los investigadores ya están trabajando para que cualquier router comercial pueda ejecutar esta tecnología. Esto significa:
Implementación masiva inmediata: No se necesita nueva infraestructura. Los millones de puntos Wi-Fi existentes podrían actualizarse con un simple cambio de software.
Costos mínimos: A diferencia de instalar cámaras de reconocimiento facial, que requiere hardware especializado y es costoso, WhoFi podría desplegarse masivamente con costos casi nulos.
Adopción sigilosa: Las empresas y gobiernos podrían implementar esta tecnología sin anuncios públicos, actualizaciones de términos de servicio, o procesos de consentimiento.
4. Ausencia de Marco Regulatorio
Actualmente, no existe legislación específica que regule este tipo de identificación biométrica invisible. Mientras que el reconocimiento facial enfrenta creciente escrutinio regulatorio, WhoFi opera en un vacío legal.
GDPR insuficiente: Aunque el Reglamento General de Protección de Datos europeo cubre datos biométricos, fue diseñado pensando en huellas dactilares y reconocimiento facial. La aplicabilidad a firmas electromagnéticas es incierta.
Consentimiento imposible: ¿Cómo das consentimiento informado para algo que no sabes que está ocurriendo? ¿Cómo puedes optar por no participar en un sistema que es invisible?
5. Potencial de Abuso Gubernamental
En manos de regímenes autoritarios, WhoFi representaría la herramienta de vigilancia perfecta:
Seguimiento de disidentes: Manifestantes, periodistas y activistas podrían ser rastreados a través de múltiples ubicaciones sin su conocimiento.
Control social: Gobiernos podrían monitorear patrones de movimiento, asociaciones sociales y comportamientos de toda la población.
Represión selectiva: La capacidad de identificar individuos específicos en multitudes sin medios tecnológicos visibles facilitaría detenciones dirigidas.
6. Vulnerabilidades de Seguridad
Como cualquier sistema conectado, WhoFi sería vulnerable a:
Hacking: Criminales podrían acceder a bases de datos de firmas biométricas para stalking o planificación de crímenes.
Spoofing: Técnicas para falsificar firmas Wi-Fi podrían usarse para inculpar a personas inocentes.
Robo de identidad biométrica: A diferencia de las contraseñas, no puedes «cambiar» tu firma electromagnética si es comprometida.
Casos de Uso Preocupantes
Discriminación Algorítmica
Si WhoFi puede inferir características físicas o médicas, podría facilitar discriminación automatizada. Personas con ciertas condiciones de salud podrían ser sutilmente excluidas de espacios o servicios.
Vigilancia Comercial Extrema
Retailers podrían crear perfiles detallados de comportamiento de compra, frecuencia de visitas y patrones de movimiento. Esta información podría usarse para manipulación de precios dinámicos o exclusión de ciertos grupos demográficos.
Control Corporativo
Empresas podrían monitorear empleados de manera invisible, rastreando cuánto tiempo pasan en diferentes áreas, con quién interactúan, e incluso inferir estados de salud que podrían afectar decisiones de contratación o promoción.
La Paradoja de la Innovación
WhoFi ejemplifica una paradoja común en la tecnología moderna: una innovación que promete resolver problemas de privacidad mientras potencialmente crea otros mucho mayores.
Los investigadores han creado algo técnicamente impresionante. Su trabajo científico es sólido y sus intenciones parecen genuinas. Pero como hemos aprendido con las redes sociales, el GPS, y la inteligencia artificial, las consecuencias no intencionadas de las tecnologías poderosas pueden ser más significativas que sus beneficios originales.
Preguntas Sin Respuesta
Antes de que WhoFi se comercialice, la sociedad necesita respuestas a preguntas críticas:
- ¿Quién regulará esta tecnología y cómo?
- ¿Cómo garantizaremos el consentimiento informado?
- ¿Qué salvaguardas existirán contra el abuso gubernamental?
- ¿Cómo protegeremos las firmas Wi-Fi como datos biométricos sensibles?
- ¿Existe un «derecho a ser anónimo» en espacios públicos?
El Futuro Que Nos Espera
WhoFi no es solo otra innovación tecnológica. Es potencialmente el último clavo en el ataúd del anonimato público. En un mundo donde cada paso que das puede ser rastreado por tu móvil, cada compra registrada por tarjetas, y cada búsqueda online monitoreada, WhoFi podría eliminar el último refugio: la capacidad de moverte físicamente por el mundo sin ser identificado.
Los desarrolladores tienen razón en una cosa: WhoFi podría hacer obsoletas las cámaras de vigilancia. Pero no porque sea más respetuoso con la privacidad, sino porque es mucho más invasivo de maneras que ni siquiera podemos ver.
La pregunta no es si esta tecnología será desarrollada y desplegada. La pregunta es si, como sociedad, estaremos preparados para las consecuencias de vivir en un mundo donde la invisibilidad física se convierte en imposibilidad tecnológica.
El futuro de WhoFi no está en nuestros routers. Está en nuestras decisiones regulatorias de hoy.
El estudio «WhoFi: Deep Person Re-Identification via Wi-Fi Channel Signal Encoding» está disponible en arXiv. Los investigadores no respondieron a solicitudes de comentarios sobre las implicaciones de privacidad de su tecnología.