La percepción de seguridad en el hogar ha experimentado una notable transformación entre los europeos, según un reciente informe del Customer Lab de Allianz Partners. El estudio revela que el 83% de los encuestados valoran sentirse seguros en sus casas, un aumento de cinco puntos porcentuales respecto al informe de 2022. Este incremento refleja una creciente preocupación por la seguridad doméstica, impulsada tanto por los crecientes riesgos cibernéticos como por la amenaza de robos.
El análisis, que se centra en comportamientos y necesidades de los consumidores en áreas como el hogar, la movilidad, la salud y los viajes, destaca una preocupación particularmente aguda entre las familias con hijos. Estas familias demandan soluciones integrales que combinen protección contra amenazas tanto físicas como digitales. Cristina Rosado, quien se desempeña como Head Comercial de la línea de Dispositivos Móviles y Riesgo Digital (MDDR) en Allianz Partners, ha señalado que “estamos observando una transición de preocupaciones de seguridad hacia el riesgo cibernético. Los incidentes digitales se han identificado como el principal riesgo global, tendencia que también observamos a nivel particular”.
El informe también subraya diferencias generacionales y de género en cuanto a las preocupaciones por delitos cibernéticos. Los Millennials con hijos, por ejemplo, están entre los más preocupados por las amenazas digitales y se sienten más vulnerables al acoso cibernético. Por otro lado, las mujeres reportan una mayor susceptibilidad al robo de identidad en comparación con los hombres.
Para dar respuesta a estas inquietudes, Allianz Partners ha lanzado soluciones como allyz Cyber Care. Estas iniciativas buscan ofrecer una protección integral contra amenazas cibernéticas, enfatizando la importancia de entender y responder adecuadamente a las preocupaciones del público, mediante la provisión de asistencia personal y monitoreo continuo del riesgo cibernético.
Los hallazgos del informe subrayan la necesidad de adaptarse a un entorno donde los límites entre lo físico y lo digital son cada vez más difusos, convirtiendo la seguridad del hogar en un desafío complejo y multifacético.