Meta extiende a Facebook y Messenger las cuentas de adolescente, un conjunto de ajustes y protecciones que ya funcionan en Instagram desde hace un año y que, según la compañía, están activas para cientos de millones de usuarios jóvenes. El despliegue alcanza España y el resto de la Unión Europea en un momento en que crece el escrutinio regulatorio sobre el impacto de las redes sociales en menores.
¿Qué cambia con una “cuenta de adolescente”?
Cuando un menor de 16 años crea un perfil en Facebook, Instagram o Messenger, la cuenta pasa automáticamente a este modo protegido, que prioriza privacidad y seguridad mediante configuraciones por defecto más estrictas:
- Perfiles privados y reducción de recomendaciones de cuentas desconocidas.
- Mensajes directos limitados a contactos aprobados; restricciones adicionales a mensajes de extraños.
- Recordatorios de tiempo de pantalla y modo silencioso nocturno.
- Limitaciones en Live y otras funciones susceptibles de abusos.
La idea, defiende Meta, es que los adolescentes sigan usando las plataformas para relacionarse y descubrir intereses, pero dentro de un entorno adaptado a su edad.
El mensaje de Meta: “tranquilidad” para las familias
El director de Instagram, Adam Mosseri, enmarca la medida como una garantía para padres y madres: “Queremos que las familias se sientan tranquilas con el uso que sus hijos hacen de las redes. Sabemos que los adolescentes utilizan estas apps para conectar con amigos y explorar sus intereses, y deben poder hacerlo sin experiencias inseguras o inapropiadas”.
Mosseri asegura que, desde el lanzamiento en Instagram, Meta ha añadido más restricciones en mensajes directos y ha mejorado la detección de experiencias no adecuadas para la edad.
¿Qué opinan los padres?
Una encuesta encargada por Meta a Ipsos en Estados Unidos apunta a una alta aceptación:
- El 94 % de los padres considera útiles las cuentas de adolescente.
- El 85 % cree que les ayudan a guiar a sus hijos hacia experiencias positivas.
En España, la compañía acompaña el lanzamiento con campañas de sensibilización y colaboración con educadoras y creadoras —como Laura Cuesta, dentro de #SOSAdolescentech— para difundir consejos prácticos sobre tiempo de uso e interacciones.
Claves prácticas para familias
- Por defecto: si el titular tiene <16 años, el perfil se crea con controles más estrictos sin necesidad de intervención.
- Mensajería: solo pueden escribir contactos aprobados; el sistema filtra mensajes no solicitados.
- Tiempo y notificaciones: recordatorios y silencios nocturnos configurables ayudan a gestionar el uso.
- Visibilidad: el contenido de cuentas desconocidas se desprioriza para reducir exposición a riesgos.
El contexto europeo: DSA, “edad digital” y salud mental
El anuncio llega en medio de un debate en la UE para fijar una edad digital mínima uniforme —con posible autorización parental para abrir cuentas—, una propuesta que Meta dice respaldar. Al mismo tiempo, la Comisión Europea mantiene investigaciones sobre plataformas como Instagram y TikTok por su impacto en la salud mental de los menores y por el cumplimiento de la Ley de Servicios Digitales (DSA), que exige mitigar riesgos sistémicos, reforzar privacidad y transparencia en recomendaciones y publicidad.
La extensión de estas cuentas a Facebook y Messenger se interpreta como un movimiento preventivo de la compañía para armonizar protecciones en todas sus aplicaciones y alinearse con las expectativas regulatorias.
Preguntas abiertas (y retos)
- Verificación de edad: la efectividad depende de detectar con precisión la edad real; la suplantación o datos erróneos pueden eludir controles.
- Uniformidad: familias y educadores reclaman controles coherentes entre apps y dispositivos, y paneles parentales más granulares.
- Eficacia real: la configuración por defecto ayuda, pero los riesgos evolucionan (grúmenes, desafíos peligrosos, spam); se requiere monitorización y ajustes constantes.
- Balance entre protección y autonomía: mantener un entorno seguro sin sobrerregular la sociabilidad y la exploración propia de la adolescencia.
En resumen
Las cuentas de adolescente desembarcan en Facebook y Messenger con el mismo paquete de protecciones integradas que ya opera en Instagram. Para las familias, supone más control y menos fricción a la hora de acotar contactos, moderar exposición a contenido y gestionar tiempo. Para Meta, es también una forma de armonizar su oferta ante la presión regulatoria europea. La eficacia, como siempre, dependerá de cómo se implementen estos controles y de la capacidad para adaptarlos a un entorno digital que cambia tan rápido como crecen los propios adolescentes.