Parece que el cambio empieza a surtir efecto. Y ese refrán de la unión hace la fuerza, parece haberse convertido en la estrategia fundamental de Skype para convencer a los indecisos. La idea es bastante simple. Se trata únicamente de decirle a los usuarios que cada vez son más los que usan Skype. Que sus números no han parado de crecer. Que la experiencia la consideran mucho más actualizada que la de Messenger. Y un montón de afirmaciones más del tipo que pretenden hacerte pensar que si no tienes Skype ya no eres nadie.
Lo cierto es que no deja de ser exagerado, aunque tampoco nos llama particularmente la atención, porque más bien es algo bastante habitual en este tipo de empresas multinacionales, que consiguen poner todos sus logros en un mismo sitio, y como es el caso, usarlo para convencer a otros a que se apunten. Y que en este caso, con el cierre de Messenger es más que interesante porque el cliente ya lo tienen, pero está en otro lado.
Skype presume de cifras ante los usuarios que vienen de Messenger y aunque de momento no han dado los números de aquellos que aún se han quedado sin cambiar sus cuentas, y creo que van a ser bastantes, sobre todo porque más de un usuario ya había abandonado sus cuentas, y porque además más de uno se enterará mucho más tarde, por no variar, creo que de momento, la campaña de migración de Messenger a Skype parece que está funcionando más que bien.