WhatsApp sigue siendo, sin lugar a dudas, la aplicación líder del sector de mensajería instantánea. Sin embargo en las últimas semanas ha habido un fuerte incremento en las posibilidades técnicas de la competencia, y esto se ha traducido en nuevos usuarios.
Hay que destacar que WhatsApp tiene el rol de aplicación de mensajería principal, mientras que el resto de las aplicaciones se descargan y utilizan de forma secundaria para poder probar su rendimiento y alcance. Es una costumbre muy habitual que explica fácilmente la gran diferencia entre los 450 millones de usuarios registrados en WhatsApp y recién por detrás LINE que no ha superado la barrera de los 300 millones.
El resto de las aplicaciones oscila entre 30 y 100 millones de usuarios, son diferencias notables en cuanto a cantidad de usuarios, y por lo menos en el corto plazo no hay un peligro real para la dominación de WhatsApp. De todas formas hay que reconocer el fuerte trabajo que llevan a cabo los competidores para agregar nuevas herramientas y opciones que justifiquen un cambio de plataforma.
Los juegos de LINE y las aplicaciones con elementos sociales, como LINE Camera ayudan a popularizar la aplicación, pero todavía queda un largo camino hasta que WhatsApp sufra un verdadero peligro por parte de sus competidores.
La principal crítica que se le realiza a WhatsApp está relacionada con la seguridad y privacidad. También se han reiterado numerosas quejas sobre la estabilidad de una red que mantiene comunicadas a más de 450 millones de personas en todo el mundo.
De momento WhatsApp es la aplicación más usada, pero muchos se quedan con ella debido a que tienen miedo de no poder seguir hablando con sus contactos. Esto no quiere decir que ofrezca el mejor servicio o las herramientas más innovadoras en materia de mensajería instantánea, más bien por el contrario. WhatsApp sigue vigente porque le sigue ofreciendo a los usuarios aquello a lo que se acostumbraron: mensajes gratis.